Te despiertas y, mientras te desperezas, echas un vistazo a tu feed de Instagram; en el metro miras unos stories; vas de compras y subes un selfie con una encuesta a tus seguidores sobre qué look elegir. ¿Te suena? Para la generación millennial, las redes sociales son mucho más que un complemento: son una herramienta para comunicarse y para mostrar su potencial creativo al mundo y, en muchos casos, son el vehículo para construir una carrera profesional.
Es decir, la juventud actual no concibe la vida sin redes sociales; especialmente, sin Instagram. Sí, sin Instagram, porque no solo es una percepción tuya o algo que sientes cuando de repente te ves a ti y a todas tus amigas de pie para fotografiar el brunch que os vais a comer no sin antes subirlo a vuestros stories. Los datos respaldan tu intuición: la red social de las fotos y los filtros cuenta con 800 millones de usuarios activos al mes, de los cuales más de la mitad tienen entre 18 y 34 años. Y de esos millennials, el 51% son mujeres.
Entre ellas te encuentras tú, pero también todas esas chicas a las que sigues y que te inspiran cada día con sus viajes, sus looks, los restaurantes que visitan, su actitud boho y ese encanto natural y despreocupado que desprenden.
Tus instagramers favoritas son capaces de canalizar en forma de preciosas fotografías las últimas tendencias, se convierten en nuestras particulares mensajeras de lo trendy y, lo reconocemos, en nuestros escaparates favoritos: más de una vez hemos picado en una tienda por haberle visto una prenda, un bolso o un pintalabios a nuestra infuencer de referencia.
Ellas han transformado su pasión por las redes sociales y por posar delante de la cámara en su trabajo, se han profesionalizado y se toman muy en serio cada post y cada recomendación. Y no es para menos, pues son plenamente conscientes de que se han convertido en prescriptoras de nuestros deseos y antojos.
Estas chicas, que cada semana están en un continente y son unas nómadas contemporáneas, nos hacen soñar desde sus perfiles con paraísos naturales, con sabores tropicales y con aromas a libertad y femineidad como el de Nomade de Chloé. Y tú también puedes construir un perfil lleno de energía y espontánea elegancia como el suyo. Solo tienes que saber cómo hacerlo.
Manual de uso: sé tú misma delante y detrás de la pantalla
Nuestro Instagram es mucho más que nuestra cara 2.0. Es, sencillamente, una manera más de mostrarnos como somos. ¿Eres una chica risueña y siempre alegre? Tu Instagram, por ende, también lo será. Un buen ejemplo es el perfil de Sara Escudero, conocida como Collage Vintage en el mundo virtual.
Con una luminosa sonrisa, Sara se muestra cercana en sus fotos, natural, feliz y única. En su caso, lo que comenzó como un hobby que pasaba por retratar sus looks para su blog se ha convertido en su medio de vida.
Y la ha transformado a ella en toda una viajera empedernida, una mujer que recorre medio mundo de la mano de su maleta, que vive pegada a su equipo fotográfico y a su móvil —vuela de una semana de la moda a otra capturando los mejores estilismos de street style— y que apenas distingue entre trabajo y ocio. Porque, cuando haces de lo que más te gusta tu profesión, las fronteras se diluyen.
“Puedo contar con los dedos de una mano los días al año en los que no hago absolutamente nada, soy una persona bastante inquieta y me gusta siempre estar activa”, afirmó en esta entrevista.
Sara, a lo largo de los años, ha encontrado su estilo propio, una genial mezcla de aires bohemios —los vestidos largos son un básico en su armario, solo hay que echar un vistazo a su perfil— con toques californianos y un moreno espectacular que ya quisiéramos para nosotras de enero a diciembre.
Magistralmente, logra llevar todo eso a su Instagram: las fotos en la desértica Los Ángeles son su especialidad, sus visitas a los festivales de música nuestro plan soñado, los sombreros su mejor complemento y la sonrisa, su mejor compañera.
Y ahí, en dar con un estilo personal y trasladarlo a todos los aspectos de la vida, reside la clave, como bien explica la periodista Andrea Amoretti en su libro ‘Empieza por los zapatos’. En él sostiene que el estilo no tiene por qué ser algo innato, sino algo que podemos trabajar, perfeccionar y definir.
Conócete y pasa tiempo contigo
Para definir esa personalidad online y offline, nada mejor que esforzarnos por conocernos a nosotras mismas. Y nada mejor para conocernos y ser cada día más independientes que pasar tiempo a solas, por ejemplo, viajando a cualquiera de estos destinos que enamoraron a Belén Hostalet. ¿Uno de sus tips? Disfrutar de la comida local y dejarse sorprender siempre por el encanto y esencia de cada país.
Ella, una de las instagramers más influyentes de España durante el pasado año, se pierde en Hawái, Tailandia, Croacia, Grecia y, en definitiva, cualquier sitio que tenga mar. Saca el máximo partido a cada rincón —no hay más que seguirle la pista a través de sus stories para verla feliz en los mil y un lugares a los que viaja—, lo fotografía con esmero y nos lo cuenta en su Instagram. Porque la felicidad (de descubrir entornos espectaculares) es mayor si se comparte.
Y porque Instagram es, hoy, nuestra principal guía de viajes, el lugar al que recurrimos para elegir sitios en los que comer, decidir qué monumentos vemos y hasta seleccionar el outfit que nos ponemos para una mañana de turismo.
Estás leyendo bien: no eres la única que sigue queriendo ir a Indonesia a hacerse esas fabulosas fotos en los templos y en los columpios a la orilla del mar. Según la revista Forbes, el 40% de los menores de 33 años —es decir, de los millennials— selecciona su destino vacacional según lo instagrameable que sea.
Así que, ya sabes, si quieres un perfil al estilo de tus influencers favoritas, no compartas solo tus outfits: sube también tus elecciones gastronómicas, localiza tus visitas culturales y comparte tus impresiones con el resto de instaviajeros. Sharing is caring!
Mima las imágenes tanto como tus looks
Tan importante es lo que cuentas como la manera en que lo cuentas. Por eso, nuestras instagramers de referencia cuidan sus fotografías tanto como sus estilismos. Cada una, por supuesto, tiene sus trucos, pero hay una serie de premisas que todas siguen y respetan. ¿Has hecho de las imágenes con un halo vintage el rasgo principal de tu Instagram? Adelante con él hasta en final.
Es el caso de Nuria Val, cuyo perfil @frecklesnur es una fuente inagotable de imágenes aspiracionales y de inspiración. ¿O acaso, viendo sus fotos en La Gomera, no dan unas ganas tremendas de buscar un vuelo a la isla canaria y seguir su ruta y sus recomendaciones y perderse entre volcanes?
Los atardeceres, los juegos de luces y sombras, el maquillaje natural, el pelo al viento y los tonos anaranjados son su especialidad y la esencia de su cuenta, que resume en un puñado de fotos el espíritu nómada contemporáneo con el que tantas veces nos identificamos.
“¿Pero cómo consigo yo que todas mis fotos respiren el mismo halo?”, te preguntarás. Alíate con la tecnología, como buena instagramer millennial. Todas —tanto las que apenas tenemos unos centenares de seguidores como las que acumulan miles y casi millones— somos hijas de nuestro tiempo y nos llevamos a la perfección con el universo digital. Las apps de edición fotográfica serán, pues, tus mejores escuderas.
¿Eres adicta a la aplicación VSCO y sus filtros? Es una de las más populares, quizá, la más trendy, y cuenta con un blog del que puedes extraer mil ideas y consejos. Así que, para tener una cuenta uniforme, apuesta por un filtro —el que creas que va más con tu personalidad y tu estilo— y aplícalo siempre que puedas. C1 es ideal para colores intensos, A4 para un retoque muy sutil y HB1, para un aire minimal y nórdico, ¿cuál eliges?
Bien es cierto que, más allá de los filtros, es esencial contar con una buena materia prima; es decir, una buena fotografía. Está claro que solo de selfies no vive un buen perfil. Y que tú sola no puedes hacer todo el trabajo: necesitas alguien al otro lado del objetivo. A este hándicap también se han enfrentado las instagramers que hoy marcan el paso y por eso, muchas de ellas, viajan acompañadas de fotógrafos profesionales que disparan las instantáneas de sus mejores momentos.
En algunos casos, ese fotógrafo personal es su media naranja, como le ocurre a Collage Vintage. Diego, además de ser la pareja de Sara y de lucir orgulloso el nickname de @collagevintage2, es el responsable de buena parte de las imágenes del perfil de esta inspiradora influencer. Diego no está solo en esto, de hecho, hay hasta una cuenta —irónica y cargada de humor— para visibilizar a los #boyfriendsofInstagram.
Planificación… y un truco para mantener la armonía
“Muy bien, ya tengo la foto hecha por mi bf y editada, pero, ¿y si subo la foto y resulta que rompe toda la armonía de mi feed?”. Si llegas a hacerte este tipo de preguntas es porque andas por el buen camino y porque ya tienes interiorizados los tips más importantes.
Así que aquí va uno más para resolver esa cuestión: muchas de las influencers, para no tener que borrar una foto nada más subirla, tienen una cuenta paralela —y privada— en la que prueban combinaciones de imágenes, corrigen textos y escriben hashtags. Si en esa cuenta B todo queda en orden, la imagen va directa a su muro con miles de espectadores.
Para dar respuesta a esa necesidad de ver cómo queda una imagen en la galería antes de compartirla nació Planoly, una app y web que es, básicamente, un simulador de feeds. Tu perfil allí es una réplica de tu cuenta de Instagram donde puedes componer tu muro y hasta planificar, según tu calendario, cuándo vas a subir cada contenido. La buena organización, también en esto de las redes, es una de las claves del éxito.
Pero no pierdas de vista que Instagram no son solo fotografías en el feed, sino también historias efímeras que apenas duran un día. Pero este formato, que está en pleno auge, se dibuja como el futuro de la red y, a través de tus stories, también puedes contar quién eres y cómo eres. Dotarlas de personalidad y hacerlas diferentes a las del resto de usuarios te ayudará a definir tu estilo.
¿Lo más importante de todo? Que seas tú misma dentro y fuera de Instagram y, sobre todo, que disfrutes de cada fotografía que tomes, del viaje a ese destino con el que tanto has fantaseado y que te sientas libre para romper las normas cuando consideres. Para eso están, ¿no?